Quizás he llegado hasta la profundidad de tus laberintos y hasta el punto exacto donde tu vientre aflora como un campo abierto, y te he visto gemir como los vientos agitados en noches de invierno…porque te he conocido tanto que tal vez me ha dado miedo…y te he visto caminar como lo hace el tiempo en el reloj …sobre las aceras que conducen a mi alcoba… y a la ventana que nunca fue cerrada a la añoranza, donde me he asomado tantas veces al llegar la madrugada, esperando vida mía…ver tu silueta hermosa transitando bajo el alba
Te he conocido tanto que mi boca grita en ansiedades puras los efectos de tu boca tibia, azotando a besos mis labios tersos …mojados por el eco clandestino de tu esencia…
como el néctar que ha brotado en las camelias rotas que cuelgan del jardín de mis suspiros, esas tardes de ocasos dorados y esas noches tan negras y tibias y me he visto a mí misma como un reflejo callado en el espejo mirando los contrastes de mi alma y los silencios de mi pecho…cuando pienso en esos momentos nuestros que repito…así como repito mi imagen pálida en ese espejo roto, que me habla del pasado…del presente y del futuro incierto que parece estar tan lejos…como tus recuerdos viejos…
La verdad que te confieso el hecho de conocerte tanto…que me da miedo hasta avanzar despacio…o retroceder corriendo…o quedarme sin mover un dedo ante tu paso lento, como observando a un alce herido con tu ojo de leopardo fiero al acecho eterno de mi sentimiento!
Eileen
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