Y nos dijimos adiós…sin más bullicio que el silencio, con los ojos inundados de nostalgias y ese parpadear ruidoso (cuando cae el llanto) y una lágrima se estrella en la tristeza. Sujetamos las manos tan fuertemente
que se reventaron las caricias todas, y cayeron sobre el polvo de los pasos que en su marcha silenciosa y abatida, nos conducen en su duelo hasta olvido
Y sin más prisa que la gana de gritar de pena…nos miramos a los ojos largamente…y quisimos recordar esos momentos nuestros…que llevamos en el pecho como sueños…y que hoy están muriendo lentamente y sin consuelo!
Nos dijimos adiós (sin más palabras que el silencio)…y desnudos desde el alma hasta los huesos…abrazamos a las sombras de un recuerdo, y nos vimos como dos enamorados…condenados al suplicio del destierro!
Y nos despedimos tristes en esas calles de cera…donde al cruzar la esquina se contempla una quimera,
…donde reposan sobre fríos mausoleos…tu nombre sobre el mío, ante el decreto más indigno de arrancar de mi camino…tu destino!
Eileen
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