SANTUARIO

martes, 22 de marzo de 2011



Me atreví a mirarte de nuevo en la distancia, a través del cerrojo que colinda entre tus labios y mis ojos (y te contemplé extasiada) hasta que la luna se durmió en silencio y una estrella cuidadosa me miraba, como queriendo contener mis manos de rozarte con mis sentimientos, o quizás de defenderme el alma, de colgarse de tus ojos negros, como gotas de rocío en la mañana…

Y me atreví a soñarte tantas veces en mi alcoba…con los labios entreabiertos y los senos palpitantes, como mis ansias de tenerte todo, en medio del suspiro más secreto, cuando la noche empieza a susurrar tu nombre, sobre los bordes adorados de tu cuerpo…

Y en mansedumbre innata me acomodé en tus brazos, como lo hacen las margaritas blancas sobre los pastos verdes, después que la noche empapó las pupilas cristalinas de tus ojos, con mis lágrimas preñadas de emociones, por el cálido cimiento de mis sueños, que reposa en tus eternos sentimientos.

Me atreví a inventarte en el rincón de mi ternura…desnudo entre las líneas de mis versos y danzante en las estrofas de mi alma…donde tu santuario…se derrama por mis labios, en esos besos tan intensos que nos damos, donde amor nos entregamos como dos enamorados, a la espera de los sueños

Así como me atrevo a pronunciarte en el silencio, mientras tus ojos confiesan tu querer!

Eileen

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