Y se abrieron las puertas del paraíso de sus ojos, como dos cortinajes suaves ante la obra de mis sueños,
y sus pupilas en vigilia consentida (ante la faz de mi mirada) se tornaron caprichosas y dulzonas, con el tímido candor de dos amantes…(que extasiados se contemplan como el aire) que azotando las ventanas de los labios, penetraron agitados como el viento…
Arrebato de unos besos que entre pétalos regados en el rostro, …se acumulan en las manos…que acaricia nuestros pómulos como nardos sonrojados … y enredado en mis cabellos…de racimos apretados (como rizos de silencios siempre negros), me acercaron al suspiro de su boca y me ha besado toda!
Y la noche se agitó en sus manos, como lunas escarlatas y desnudas mientras cálido…en constante desatino, me acaricia…y resbala por mi espalda como brisa cristalina y empapada, mi bien en las cascadas de mi cuerpo…que conducen al delirio…y se esconden en el nido de mis muslos tibios…donde usted llega a perderse como un loco fugitivo, y se embriaga con los vinos de rocío cristalino...que han brotado de mis pliegues y sentidos!
Y el amor cantó una dulce serenata enredado entre las cuerdas de sus manos…como notas de guitarras y violines que han trinado ...como pájaros volando en estampida…emigrando hasta las ramas de su pelo platinado y anidando con pasión en los silencios que se rompen al contacto de sus besos!
Y lo amo como siempre vida mía...en las horas que me mira con dulzura, y en el tiempo en que sonríe con sus ojos y busco allí en su alma…mi reposo…y lo amo sin excusas ni lamentos…Mario…ay capullo de mis sueños en sus labios!
Eileen
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