BRUMA

martes, 22 de marzo de 2011



Y calló la noche, de manera tan intensa, impávida y sedienta de un suspiro y apenas gimió nuestra tristeza. Caí sobre la sombra mal herida de tu paso ausente y se agitó mi alma al desangrar mi llanto, sobre todos los caminos recorridos.

Y avancé como un fantasma hacia el olvido y clavé mis ojos llenos de nostalgia, en las negras pupilas de tu ausencia!

Eileen

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