Y se me rompieron las horas sobre este regazo mío -donde he acunado llanto y también aquel montón de sueños- que murieron en tus manos cuando con tu última caricia me arrebataste el alma y te marchaste lejos, como lo hicieron aquellas golondrinas después de los tristes y mojados inviernos bajo la luna rota, como mis ojos de tanto llorar angustias..
Y te amé en el escrutinio y la bastedad más sobria donde no cabe ya más nada que la sombra de tu paso y la huella que desangra en ese caminar tan lento hacia el olvido que no llega y me acaricia como un fantasma que ya muerto, se levanta de las fosas de un recuerdo y se sujeta a mis cabellos negros, como noches en el luto más intenso!
Y es que gritando en aquel desespero me pronuncia y me desquicia lento, que hasta pierdo la conciencia y la cordura por haberte amado tanto y ahora no ser nada más que aquel pasado que se queja, que llora y se lamenta cuando se escucha soplar al viento sobre los ventanales de mi lecho, en ese castillo roto que construí en mi desatino y ahora se desmorona como arena seca en las playas de esta historia incierta…
Y como una princesa que se perdió en silencio, como vida, también perdí en tus ojos el brillo de mis sueños, deambulo en los pasillos asolados de la nada, buscando tu mirada…tu voz y tus palabras, que ya no cantan en estas madrugadas, donde lloran las estrofas de mi alma, en los papiros agrietados de un poema!
Eileen
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